jueves, 13 de diciembre de 2012

Recuperando el entusiasmo en la convivencia

Hace unas horas terminó una visita corta que hicieron mi hija, su esposo y su bebé, que puso de cabeza mi hogar pero con mucha alegría para todos, pero también con algunos "momentitos" en los cuales parece que todo se va por la borda, y que gracias al cielo, su desvanecen rápidamente.

Cuando escuchaba a mi hija decirle a su esposo, con sarcasmo, que por qué tal o cual cosa, y a mí me parecía inadecuada su intervención, me callaba, lógicamente, pero luego traté de mirarme en un espejo, y darme cuenta de cómo se sentiría el mío cuando a veces yo le hablo así. Porque lo hago, y recién me doy cuenta de que está mal....
Lo vivido fue muy aleccionador, porque cuando uno está de mal humor por cualquier cosa, no se da cuenta de lo que dice y podemos ser muy duras, cortantes, sarcásticas y hasta hirientes, y no lo reconocemos hasta que lo vemos frente a nosotros, encarnado en otras personas.
Algo que me alegra de tener esta edad, es que ya pasaron las peleas de los primeros años de matrimonio, las dificultades de cuando los hijos están pequeños y demás contrariedades de esas etapas, sin embargo, la vida de pareja requiere hoy, tanto o más que antes, un impulso vital que nos ayude a mantener la armonía y el entusiasmo. A veces parece que es la rutina lo que nos mantiene unidos, y eso no puede ser!!!
Debemos echar mano al amor, a la inventiva, a la alegría  y a la capacidad de disfrutar juntos la dicha de ser mejores y más felices de a dos, recordando que la paciencia.... todo lo alcanza.
¡Vamos! A sacudirnos los malos hábitos, los falsos pudores, las modas antiguas, y salgamos a conquistar a nuestra pareja con determinación y energía.
Tal vez podamos todavía empezar la mejor etapa de nuestra vida.


"Te quiero no por quien eres, 
sino por quien soy cuando estoy contigo"
Gabriel García Márquez 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Quiero saber tu opinión!
Date un minuto y comparte tus ideas aquí...