Cuando cumplí 50 comencé a ver con claridad que el tiempo era algo que
se me iba de las manos, irremediablemente, si no hacía algo por darle sentido. Ya no podía dejar
para mañana ¡nada!
Creo que muchas personas comparten esta sensación un tanto apremiante,
que nos embarga a una edad determinada. En ese momento tenemos que ver o sólo
el calendario, sino qué hemos hecho y qué queremos hacer con él.
Después de mucho darle vueltas (y un tiempo en el que me sentí un tanto depre, debo confesarlo), decidí que tenía mucho aún por hacer, por disfrutar y por vivir. En ese punto me propuse algunos objetivos que comparto, pues te podrían servir
como punto de partida para tu propia lista.
1. Ser positiva y
rodearme sólo de gente positiva. Es importante alimentarnos interiormente de
energía positiva, y las personas que piensan en negativo no facilitan ese
proceso. Debemos ver lo que nos gusta de
nosotros y cómo mejorar lo que tal vez no, pero no vivir concentradas en lo
negativo o poco agradable que tenemos. ¡Nuestros pensamientos determinan
nuestras actitudes! Y decidí vivir de cara a la felicidad, no a la amargura.
2. Trazarme metas de
desarrollo personal/profesional. Estamos en un momento en el que podemos ser muy
productivas, gracias a la experiencia y conocimientos acumulados. ¡No debemos
dejar que eso se pierda! Cada quien puede ver qué opciones tiene o puede buscar. ¡Hay tanto por hacer...!
3. Cuidar mi salud de
manera activa y hacer más ejercicio. No sólo es porque lo necesitamos, sino porque
si no empezamos ahora, no lo podremos hacer luego! La actividad física trae
consigo un dinamismo importante, además favorece la producción de endorfinas y energiza todo nuestro metabolismo. De otro lado, cuidar nuestra alimentación es impostergable. Ver más en: http://elrincondelakatarsis.blogspot.com/2012/03/el-viejo-hipocrates-y-nuestro-moderno.html
4. Definir mi nueva imagen,
adaptándome a los cambios de mi cuerpo, de mi rostro, de mi piel. Sí, pues, nos
guste o no, no podemos seguir arreglándonos igual y es importante aceptarlo y
ponernos a la tarea de buscar un estilo que nos favorezca y mantenga con buen
ánimo. Revisar el closet y el estuche de maquillaje es necesario y positivo. ¡Anímate!
5. Mimarme de tanto en tanto. Nos las pasamos pensando en lo que necesitan los demás, los hijos, la casa, etc., y pocas veces caemos en la tentación de comprarnos algo porque nos gusta y ya. Por eso decidí que si bien no voy a convertirme en una compradora compulsiva, sí quiero engreírme a veces y no sentirme culpable por ello.
Estas son mis propuestas. ¿Qué agregarías tú?
Aun no estoy en los 50 pero creo que mimarse es siempre necesario, felicitaciones muy interesante
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