martes, 12 de noviembre de 2013

La felicidad de correr

He estado un poco alejada por temas de trabajo, pero... ¡vuelvo a la carga!
Y hoy quisiera compartir con ustedes una experiencia que me viene dando muchas satisfacciones: el running.

Comencé hace tres años, con la necesidad de hacer ejercicio para bajar los diez kilos que subí en mi último trabajo y eliminar el estrés que me quedó, pero sin dinero para un gym. Así que comencé caminando.
Luego daba 3 vueltas al parque caminando y finalizaba trotando la mitad de un lado (como 80 metros) porque el aire no me daba para más. Con todo, decidí continuar e intentarlo y volvía dejando un día.

Poco a poco logré correr y respirar sin sentir que se me salía el corazón y fui aumentando la partecita que hacía corriendo, alternándola con partes caminadas, hasta que un día logré dar una vuelta completa. ¡WoW! Me sentía una corredora de élite! Tenía 48 para 49 años, estaba desempleada, pero me sentí feliz.

Desde entonces he continuado aumentando la distancia que corro (me demoro 3 a 4 meses hacer un aumento aunque sea pequeño) y actualmente hago 5 km tres veces por semana.