Contra la depre: la amistad

Aunque parezca tonto, estoy convencida de que el cariño, en todas sus formas, ayuda a las personas a salir adelante. Y como el tema de la pareja es bastante inseguro, hay quienes tienen, quienes no, quienes un día sí y otro no, el cariño de los amigos es algo más accesible y democráticos. En mi caso, de mis amigas.

Tengo muchas amigas de diferentes momentos de la vida, de diferentes espacios y vivencias, pero un grupo muy especial son mis amigas de la promo, aquellas con las que estudié toda mi secundaria y que, pasando por encima de nuestros defectos y esas estupideces que hacíamos, o no hacíamos, en esos tiempos de juventud, hoy son una plataforma de cariño y seguridad que me rodea y sostiene.
No nos vemos con frecuencia, ni siquiera estamos muy juntas geográficamente, pero (bendita tecnología que bien usada puedes ser maravillosa!!) gracias al celular y al internet nos comunicamos frecuentemente, nos reímos con nuestras tonterías, y nos levantamos el ánimo también, que problemas tenemos todos pero no vamos a permitir que nos desmoralicen ni nos acaben la vida.
Lo lindo de nuestra amistad es que no tiene complejos ni parámetros; todas somos nosotras mismas, con nuestras limitaciones y deseos, nuestras luchas y dificultades, nuestras idioteces y nuestros aciertos... sólo nosotras, tal cual somos.
Tal vez tú que lees esta nota tienes amigas como yo... ¡bendiciones para ti! Y si no es así... ¿qué esperas para buscarlas? Las de antaño, las del barrio, las del trabajo ese que tuviste y al que nunca volviste, no importa, búscalas, contáctalas y establece con otro ser humano un lazo de alegría y entusiasmo que te llene de expectativas, de proyectos, de sueños, de enojos también, de seguro en algún momento, pero por encima de todo, de vida.
La vida está hecha para ser compartida, ¡compártela!