Una de sus mayores riquezas es que la avena tiene seis de los ocho aminoácidos (componentes esenciales de las proteínas) que requiere el ser humano para regenerar los tejidos, y en ese aspecto aventaja significativamente a otros granos, especialmente al trigo, ingrediente base del pan. Es fácil de digerir y asimilar y protege tu hígado, estimulándolo a producir lecitina, que es un depurador, y como tiene mucha fibra favorece el buen proceso digestivo y la salud de tu colon.
También te ayuda en la lucha contra el colesterol ya que impide la acumulación de éste, y nutricionalmente es una gran opción, pues tiene vitaminas y minerales (muchas del tipo B y buena dosis de calcio, hierro, zinc, magnesio, potasio), favoreciendo una mejor piel y cabello. A su vez favorece la actividad del páncreas y te ayuda a prevenir la diabetes.

¡Y es fácil de preparar! Sólo tienes que licuar avena ya preparada con alguna fruta (papaya, plátano, manzana, fresas) y otros cereales (germen de trigo, quinua, linaza, kiwicha) y obtendrás batidos deliciosos y nutritivos para empezar tu día o combatir los antojos de media tarde.
Así que... ¡ya lo sabes! caliente o fría, sola o en licuados, galletas, kekes o comidas diversas, no te olvides de un gran alimento que está a tu alcance y puede ser parte de tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Quiero saber tu opinión!
Date un minuto y comparte tus ideas aquí...