Algo que nos fastidia mucho a las mujeres, es que con el paso del tiempo perdemos tonicidad en los brazos, se ponen flácidos y aparecen las famosas “alas de murciélago” que tanto odiamos.
El hecho de ser abuelas o de no estar en los quince no es razón para dejar de preocuparnos por nosotras mismas. Junto a una alimentación saludable, baja en grasas y azúcar, y un nivel de ejercicio frecuente (45 minutos de caminata diaria, ininterrumpida, son excelentes) tenemos una alternativa muy efectiva en esta propuesta, que no podrás dejar de practicar (y adiós a la flacidez).