Las mujeres muchas veces vivimos el dilema de estar entre lo que uno quisiera, lo que nuestra pareja/familia quisiera, y lo que podemos ser/hacer. Y nos agotamos inútilmente en consideraciones absurdas y perdemos el mayor tesoro: el tiempo, ese que no vuelve más.Encontré este texto en la red, no sé a quién pertenece, pero me parece genial y por eso lo comparto con todas ustedes, mis chicas de sin cuenta.
Queridas amigas:
A los hombres nos importa un carajo cuanto pesan. Es fascinante tocar, abrazar y acariciar el cuerpo de una mujer. ¡¡Pesarla no nos proporciona ningún efecto!!